Dormiré en el ocaso junto con el pensamiento, junto a todo lo que existe en él, el cielo anaranjado me cubrirá los hombros y luego de ver infinitos astros tendré relaciones con el amanecer y procreare un día, para que tengas, una vez mas, la posibilidad de existir.
Respiraras balanceándote como ojos de agua, pensaras mucho y, dormido, llegaras a mi pidiendo mas huesos para que todo sea menos doloroso. Eres muy cobarde, aveces no mereces cargarme, pero persistes después de fabulosos rasgos nuevos, de ideas de grandeza, de dinero, de sexo y mucha lujuria, tus dedos no dan mas.
Solo puedo pedirte roces, me haces gritar de pasión, haces vibrar mis pestañas y tu sudor se mezcla con la armonía en ambos, no pares.
...tengo miedo pues piensas en lanzarme contra el sol cuando ya no de mas y aun así todavía me dejo llevar por tus uñas, tomo tus manos con mi cuerpo y vuelvo a suspirar hasta que te cansas; me gusta esta sensación, tus detalles me golpean, me aprietan y gozo de sus extremos tan infinitos como cortina de luna.
No me sueltes jamas, que esto no puede terminar así...
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